Anuario 2024 - 2025
COLEGIO STO. TOMÁS DE VILLANUEVA | agustinosvalencia.com 90 «No salgas de ti mismo, vuelve a tu interior: en el hom- bre interior habita la verdad» —San Agustín. E n el Colegio Santo Tomás de Villanueva edu- car no es solo preparar para exámenes, sino formar para la vida. En un siglo XXI marca- do por la velocidad, la incertidumbre y la constan- te transformación, nuestra tarea como escuela es más necesaria que nunca: acompañar a los jóvenes para que sean personas críticas, creativas, colabo- rativas y, sobre todo, con una profunda conciencia de sí mismas y del mundo que les rodea. Hoy más que nunca, necesitamos que nuestros alumnos aprendan a pensar críticamente. No basta con acumular información: hay que saber interpre- tarla, confrontarla, cuestionarla. Queremos que se atrevan a hacerse preguntas, a no conformarse con lo superficial, a buscar el fondo de las cosas. Este pensamiento exigente los prepara para actuar con libertad y responsabilidad. Pero el pensamiento solo florece plenamente cuando se comparte. Por eso, en nuestras aulas promovemos el aprendizaje cooperativo y el tra- bajo en equipo. Saber colaborar implica más que compartir tareas: exige aprender a es- cuchar, a confiar, a construir juntos. Y aquí entra en juego una de las grandes compe- tencias del futuro: la escucha activa, base de la verdadera comunicación y del enten- dimiento profundo entre personas. La comunicación efectiva, tanto oral como escrita, es hoy más esen- cial que nunca. Vivimos rodeados de pantallas, pero ne- cesitamos mi- radas au- ténticas, e d u - cadas p a r a anali- zar el torrente audiovisual que nos rodea. Enseña- mos a hablar con respeto, a argumentar con clari- dad, y también a silenciar el ruido para atender el corazón del otro, porque la verdadera palabra nace del encuentro. En este proceso formativo, la creatividad y la ca- pacidad de innovar son más que habilidades: son expresiones del alma libre que busca nuevas for- mas de transformar el mundo. Y junto a la inteli- gencia creativa, cultivamos la empatía, esa virtud que nos permite ponernos en el lugar del otro, com- prender su sufrimiento, celebrar su alegría y com- prometernos con su bien. Nada de esto sería duradero sin perseverancia, esa fuerza interior que anima a levantarse después de cada caída, a seguir caminando cuando las cir- cunstancias son adversas, a no rendirse nunca. Y aquí es donde nuestra identidad cobra todo su sentido: porque no educamos desde la neutralidad, sino desde una propuesta profunda de vida, arrai- gada en el pensamiento de San Agustín. Creemos que el ser humano solo alcanza su ple- nitud cuando busca dentro de sí la verdad que lo habita, cuando su libertad se orienta hacia el bien, cuando su corazón está en paz con Dios, consigo mismo y con los demás. Esta visión moral y espi- ritual, tan necesaria en el mundo actual, es uno de los pilares de nuestro proyecto educativo: formar no solo buenos estudiantes, sino personas con alma grande y mirada trascendente. Educar hoy es un acto profundamente espe- ranzador. Es sembrar futuro en el presente, con la certeza de que cada joven tiene una luz única que ofrecer al mundo. Y como decía San Agustín: «Ama y haz lo que quieras». Porque solo desde el amor auténtico, que busca el bien del otro, nace la verda- dera libertad. Javier Martínez Tarín Director de Secundaria Obligatoria y Bachillerato Educar con alma para transformar el mundo
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