Anuario 2020 - 2021

136 Anuario 2020-2021 • agustinosvalencia.com ✔ DISCURSO ALUMNOS 2021 SARA PORTAMORENO /ALBERTO CREMADES ALBERT Bueno, ha llegado el mo- mento que todos esperába- mos con ansias, con muchas ganas de empezar una nueva etapa pero, al mismo tiempo, con miedo de dejar a tantos compañeros atrás. Anda que no ha llovido desde que entramos por la puerta negra con nuestras faldas por los tobillos, los po- los rojo chillón y las mochilas más grandes que nosotros; asustados y más perdidos que un pulpo en un desierto. Habíamos soñado con este momento un millón de veces, pero nun- ca nos hubiéramos imaginado que se daría en estas circunstancias el famoso “día de la Graduación”. Desde que llegamos al colegio, hemos ido conociéndonos y vi- viendo aventuras juntos. Desde nuestras primeras salidas de pri- maria al Parc del semàfor, o a la granja escuela. Esos días en los que nos despertabamos con más ilusión y ganas que en todo el año, seguro que no soy el único que se levantaba bastante antes y es- taba preparado con su gorra aunque dieran lluvias toda la mañana. Días inolvidables como los de las fiestas del colegio, que se vivían con la ilusión de perderte una tarde de clase con “los juegos” de pri- maria, en los que solo queríamos llenarnos el pelo de colores y ser los primeros en la cola de los castillos hinchables . Esos playbacks y coreografías que preparábamos con más antelación que los exá- menes de inglés, y en los que nos esforzábamos como si nos fuera la vida en ello. Llegó la ESO, cambio de etapa, llena de incertidumbre y nuevos retos. Primeras caras nuevas, y ahora parece que lle- van con nosotros desde el primer día. O si no, ¿Cuántas veces habremos escuchado la típica frase; “¡Es verdad, que tú llegas- te en la ESO!”?. Vamos creando amistades entre exámenes y trabajos (algunos más largos que otros...). Por fin llegamos a Cuarto de la ESO, todo el curso esperando el Viaje a París, en el que estrechamos lazos y unimos nuestras fuerzas para crear mecanismos con papel de aluminio para que las puertas de las habitaciones no se cerraran por la noche, y así escabullirnos. Nos coordinabamos a la perfección por el grupo de Whastapp para averiguar en qué pasillo estaba cada profesor, ahí sí que aprendimos a trabajar en equipo de verdad. Esas cenas en el Rívoli cantando cumpleaños feliz sin que fuera el cumpleaños de nadie. ¡Y cómo olvidarnos de las continuas amenazas de los profesores con apuntarnos en “la lista de castigados de Dis- ney”! FIinalmente llegamos a bachillerato, prácticamente medio curso es gente nueva, muchos cambios a los que adaptarse. Sin embargo, ahora ni te imaginas el curso sin ellos. Un bachiller un tanto especial debido a la pandemia, con este formato semipresencial que todos odiamos pero que nos encanta a la vez. Pero ha sido esta situación la que nos ha hecho abrir los ojos, nos hemos dado cuenta de muchas cosas que hemos ido escu- chando a lo largo de todos estos años, en los que los profesores nos han ido transmitiendo unos valores con los que hemos crecido sin darnos cuenta, y nos han hechomejores personas. Con actos como el día de las familias, el bocata o la pizza solidaria, fuimos poco a poco aprendiendo la importancia de ayudar al que tiene menos.  Los profesores nos han enseñado a trabajar en equipo, la im- portancia de esforzarse para recoger lo que cada uno siembra y la necesidad de tomarnos el “jarabito” diario. Nos enseñan también a planificar el tiempo (aunque luego to- dos estudiamos los 4 o 5 temas de historia la semana o incluso el día de antes). Hemos desarrollado un sexto sentido para saber cuan- do viene el profesor y ser capaces de estar sentados y callados en menos de 1 segundo… Pero bueno, bromas aparte, queríamos agradecer a todos los profesores el esfuerzo que han hecho este año. Gracias por ser ca- paces de soportar las clases online (incluso cuando nadie contesta- ba y parecía que hablabais con otra dimensión). Gracias también por todas las tardes de aula abierta que nos habéis dedicado para sacarnos de algún que otro apuro. Somos conscientes de todo el esfuerzo extra que ha supuesto este nuevo formato de trabajo, al que os habéis tenido que adaptar para poder dar clase y sacar adelante el curso.  Tampoco queremos olvidarnos de los padres, que siempre es- tán encima de nosotros, apoyándonos en todo momento. Muchas gracias por todo lo que hacéis por nosotros desinteresadamente, como todas esas tardes preguntándonos coneixement del medi, todas las mañanas llevándonos a clase con el tráfico mañanero, y por ayudarnos con algún que otro trabajo de clase… Hacen mucho día a día por nosotros y no se les valora lo sufi- ciente. Sin embargo, no estaríamos aquí si no fuera por ellos. También queríamos agradecer a la orden de los agustinos, que son los que pusieron los cimientos y los valores con los que hemos crecido: solidaridad, respeto, humildad y amistad. Espero que noso- tros también seamos capaces de transmitirlos allá donde vayamos. Nada de esto sería posible si no fuera por ellos. Además, dar las gracias al colegio por dejarnos celebrar este día tan especial, te- niendo en cuenta las dificultades que supone un acto de estas di- mensiones. Por último, a pesar de que entre nosotros pueda haber alguna que otra diferencia, algo que todos esperábamos como agua de Mayo, eran las deseadas Fiestas del colegio. Soñábamos con ellas desde el día en el que entramos por esta puerta, pero, por desgracia, el covid nos las ha quitado. Pese a todo, podemos decir que hemos sido el curso que ha so- brevivido a una pandemia, a clases online y a una selectividad entre termómetros y mascarillas.  Nadie se olvidará de nosotros seremos tristemente recordados como “la generación sin fiestas”, pero también como los afortuna- dos que tuvieron opcionalidad en la PAU.  Aunque este año se nos haya hecho más largo que un día sin pan, no dudo que todos y cada uno de nosotros nos llevemos un buen recuerdo, buenas amistades y momentos que nunca olvida- remos. Ha llegado el momento de despedirse, y estoy segura de que esta vezmás de un profesor no querría que cadamochuelo se fuera con su olivo. Ahora cada uno se irá por su lado, pero una cosa no cambiará, y es que seguiremos yendo al mismo bar todos los viernes, porque las buenas costumbres no han de perderse nunca, y los amigos tampoco.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzk1