Revista Informativa de
A.M.P.A.
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www.agustinos-valencia.netrealidad en todos los sentidos.
Ese corazón que nos identifica
a todos como familia (ahora ju-
rídicamente como Federación),
tiene una característica muy
significativa tal como nos sugie-
re el Papa Francisco; debe ser
un corazón misericordioso. Ya
lo sabíamos de antemano, pero
ahora nos toca poner de relieve
este gran don de Dios de una
manera totalmente significativa
en nuestra vida y en nuestras
obras. Y no nos será complicado
recordar algo muy sabido y vivi-
do desde siempre: las obras de
misericordia; pero que ahora nos
toca subrayar especialmente.
La historia que estamos vi-
viendo en este tiempo tanto a
nivel interno como a nivel ecle-
sial o social, hace que, si quere-
mos, podamos poner en marcha
esta justa, bendita y solidaria
maquinaria de las obras de mi-
sericordia, que no son sino con-
creciones del gran mensaje del
Reino de Dios recogido en las
bienaventuranzas, que a su vez
son el mejor programa para de-
sarrollar los grandes manda-
mientos de amor a Dios y amor
al prójimo.
El colegio es un gran trampolín
para poner en marcha tan nobles
proyectos, pero como siempre, y
más con esta idea de unidad, os
pedimos que sea una obra de to-
dos, que sea el gran objetivo que
vivamos todo este curso, y que
se prolongue en todas y cada una
de las familias que formamos, en
armoniosa unidad, toda la Comu-
nidad Educativa como “familia de
familias”.
Unamos nuestros corazones y
unamos nuestras manos para hacer
efectiva la misericordia en nues-
tras vidas: en la cotidianidad, en el
trabajo, en los estudios, en las ca-
tequesis, en las actividades, en el
juego y la diversión, en todo.
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Unamos nuestros corazones y unamos nuestras manos para hacer
efectiva la misericordia en nuestras vidas: en la cotidianidad, en el
trabajo, en los estudios...




