Revista pascua 60 dias

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Revista Informativa de A.M.P.A. 11
En este mismo camino, nues-
tro encuentro mensual en la
Misa de las Familias pretende
y quiere contribuir también este
año a acercarnos al gran modelo de
la Misericordia, Dios. En la misa del
mes de enero pudimos aprender
un poco más que imitando a Dios
podemos vivir la misericordia en
los grandes y universales valores
de la paz y la unidad: “bienaventu-
rados los que trabajan por la paz”
(Mt 5,9) y “La paz os dejo, mi paz
os doy” (cfr. Jn 20,19). En la cele-
bración eucarística del mes de fe-
brero nos dejamos guiar de la fe de
Señor Jesucristo, que no concluye
en la muerte sino que nos encami-
na a la Resurrección. La más grande
de nuestras semanas cristinas nos
espera para ayudarnos a vivir la Mi-
sericordia de Dios hecha entrega
total en su hijo Jesucristo; entre-
mos en ella desde el primer mo-
mento celebrando el domingo de
Ramos, y luego todos y cada uno de
sus días santos para acompañarle
en la Cruz y celebrar con Él su santa
resurrección que nos invita a vivir
“un cielo nuevo y una tierra nueva”
(Ap 21,1).
Vivamos en Familia este gran re-
galo de la Misericordia de Dios.
AMÉN. n
“La paz os dejo, mi
paz os doy”
(cfr. Jn 20,19)
los niños que era renovada ante el
altar y que en todo momento esta-
ban acompañados de sus padres y
catequistas, poniendo en práctica
la obra de la misericordia de “en-
señar al que no sabe” para guiarles,
con la luz de la fe, al gran maestro
de la Misericordia, Jesús. Y en el
mes de marzo nos adelantamos
en nuestro encuentro para coin-
cidir con las fiestas patronales del
Colegio. En este mes, de la mano
de nuestro patrón santo Tomás de
Villanueva poníamos de relieve las
grandes obras de misericordia cor-
porales sobre la ayuda a los más
necesitados, o lo que es lo mismo,
poniendo de relieve el gran valor
de la solidaridad, que brota de la
caridad del Dios de la Misericordia
y del Espíritu de Amor que llena a
sus mejores hijos: santo Tomás de
Villanueva y los niños.
Ahora nos toca vivir el momento
histórico central de la Misericordia
encarnada: la pasión de nuestro